El 20 de abril de 2010 seguramente quedará marcado en la memoria de Antonio López Chaj, un pintor de 43 años que vive en California, EE.UU. Aquel fatídico día, fue a un bar junto a su hermano y sus sobrinos, y recibió una feroz golpiza por parte de los encargados de “seguridad” del lugar.

Como consecuencia de este ataque –que incluye golpes con una cachiporra, ocho patadas en la cabeza y el patovica le estrelló el cráneo contra el suelo en cuatro ocasiones-, Antonio perdió parte de su cabeza.
A raíz de esto, Antonio "no puede hablar y requiere la atención de enfermeras las 24 horas", según relató su abogado.
Para indemnizar a este ciudadano por el desmedido accionar de la gente de “seguridad” (a los que no pudieron capturar), el Estado de California, según lo decretó la Justicia, deberá pagarle 58 millones de dólares, el monto más grande de la historia del Estado.
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