
La versión de los estudiantes y coordinadores de Yeshivah of Flatbush, una escuela judía ortodoxa de Brooklyn, difiere sustancialmente. Para ellos, la tripulación del avión reaccionó exageradamente.
“Fue totalmente exagerado”, dijo la maestra Marian Wielgus. “No hicieron lo que la azafata dice que hicieron”, agregó.
Wielgus dijo que los asistentes de vuelo fueron “despreciables” y “exagerados” y que crearon un incidente donde no lo hubo. Si bien reconoció que unos pocos estudiantes en el fondo del avión conversaban bastante, no creyó que justificara la exclusión del vuelo de 109 personas.
Según Southwest Airlines, el grupo violó normas de seguridad.
El rabino Joseph Beyda, otro de los adultos que acompañaba a los jóvenes, dijo que ninguno de los estudiantes se portó inadecuadamente.
El alumno Jonathan Zehavi, por su parte, señaló que fueron apuntados por ser judíos.
“Nos trataron como si fuéramos terroristas. Nunca vi algo así”, aseguró Zehavi. “Creo que si hubiera sido un grupo de niños no religiosos, la azafata no se hubiera animado a echarlos”, añadió.
Zehavi dijo que la aerolínea está intentando cubrir una decisión imprudente y poco profesional argumentando que el grupo no cooperó con la tripulación, cuando, explicó, sí lo hicieron.
Los estudiantes finalmente fueron acomodados en vuelos subsiguientes, algunos incluyendo escalas de varias horas.
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