Junto a él han comparecido este jueves en el juzgado sus hermanos, Pedro, de 54 años, y Onil, de 50 años, pero por cargos relacionados con dos delitos menores de consumo de alcohol y drogas en público. El fiscal dijo el miércoles que no presentaría cargos contra ellos al considerar que no estaban relacionados con el secuestro.
Michelle Knight, de 32 años de edad, Amanda Berry, de 27 años, y Gina DeJesús, de 23 años, así como la hija de Berry, de 6 años, permanecieron entre 11 y 9 años en casa de Castro; la jueza pide dos millones de dólares por cada uno de los secuestros.
El acusado, vestido con un mono azul, mantuvo durante toda la vista la cabeza baja y sólo se dirigió en voz queda a su abogada. Por su parte, ni Pedro ni Onil, que también vestían monos azules, se dirigieron a Ariel, que permaneció de pie a su lado.
El secuestro concluyó el pasado lunes cuando Berry consiguió pedir auxilio y uno de los vecinos, Charles Ramsey, que comía en un restaurante cercano, al escuchar sus gritos la ayudó a romper la puerta de la casa desde la que la joven pedía ayuda.
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