El gobierno de Rousseff pagó US$ 7,2 millones a un fabricante estadounidense y adquirió 30 dispositivos para evitar ataques terroristas durante la visita del Sumo Pontífice
Los robots PackBot estuvieron en Irak, en Fukushima, en el maratón de Boston, y ahora fueron pedidos por el gobierno de Brasil para custodiar la visita del papa Francisco.
Representantes de la presidente Dilma Rousseff cerraron un acuerdo de US$ 7,2 millones para adquirir 30 de estos aparatos estadounidenses, cada uno con cámaras y un brazo electrónico para manipular explosivos, según informó la empresa fabricante iRobot.
La compra se concreta en el marco de una serie de inversiones millonarias que realiza el gigante sudamericano para garantizar una mayor seguridad antes de la Copa de Confederaciones en junio, la llegada del Papa en julio, el Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.
Aunque Brasil carece de antecedentes recientes de atentados con bomba, la adquisición de los PackBot muestra un interés del gobierno de Dilma Rousseff en estar preparado para eventuales riesgos de ese tipo.
“En la misión para la cual los robots están siendo planeados en Brasil, son configurados como sistemas de desactivación de artefactos explosivos”, dijo Tim Trainer, vicepresidente de defensa y seguridad en iRobot, en una entrevista con la cadena BBC.
El modelo 510 del PackBot comprado por Brasil es un aparato de 10,9 kilos y pequeñas ruedas oruga como un tanque. Se lanzó al mercado en 2007 desde Bedford, Massachusetts.
Mide 17,8 cm de alto, 52,1 cm de ancho y 88,9 cm de largo. Pero su brazo extendido puede alcanzar casi dos metros y levantar 13,6 kilos. Llega a una velocidad 9,3 kilómetros por hora y puede moverse en varios climas.
“Son capaces de ir a un objetivo, en ambientes potencialmente peligrosos, y tornar seguros paquetes que pueden o no ser artefactos explosivos”, explicó Trainer. Y agregó que son capaces de disparar agua dentro de un objeto y separar un detonador electrónico de una carga explosiva. Tienen cuatro cámaras y son operados a distancia con un control similar al de los videojuegos.
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