
De más o menos de 154 kilos de peso, Matthew Harper sabe que es grande, pero dice que no es excusa para la forma en que fue tratado. Dice que "me sentía como un criminal".
Harper vive en Kyle, Texas y trabaja en todo el país en diferentes proyectos eléctricos.
Cuando apenas había abordado el vuelo de Chicago a Denver el domingo 21 de abril, dice que un oficial de Southwest le exigió que se bajara del avión y que fue sacado frente a los pasajeros en espera de abordar y le dijeron que el vuelo estaba lleno.
Según Harper, el oficial le preguntó entonces si él sabía sobre la política de Southwest para los pasajeros con sobrepeso. "Le dije sí señora, yo sé y ella me dijo 'Yo sólo quiero explicar lo que puedo y no puedo hacer. Yo puedo sacarlo de este avión ya mismo'".
Harper volvió finalmente a abordar el avión, pero sólo después de que el vuelo se retrasó 30 minutos.
El portavoz de Southwest, Chris Mainz dijo que lamentaba "profundamente" la experiencia de Harper. "Hemos llamado personalmente al Sr. Harper a ofrecerle nuestras disculpas y comprender mejor sus preocupaciones. Es importante aclarar que el realizó su viaje como estaba previsto -nosotros no lo negamos el embarque. Nuestro empleado le informó de nuestra política y procedió a viajar como estaba previsto".
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